Es muy interesante escuchar los argumentos de Héctor Riveros y su Tesis sobre Arias siendo proyectado como candidato del Uribismo para el próximo periodo presidencial.
Hablar de una segunda instancia, en este caso, descubre los ya evidentes
intereses políticos de una “derecha” acomodada en el poder, dispuesta
cínicamente, a pasar por encima de la moral y ética legislativa. Independientemente de si la segunda instancia es un derecho o no, el punto es
que Arias resulta un personaje muy privilegiado, por no decir sospechosamente popular en el uribismo, lo preocupante en este caso, a mi parecer, no es el acto patético e irresponsable en el cual Iván
Duque una vez más expone su controvertida y obvia posición. https://youtu.be/mKaWytUlT6o , sino la influencia de este personaje en los medios de comunicación, que sin perder tiempo y sin ningún tipo de vocación, valiéndose del oportunismo, mostraran a Arias como "mártir político", aumentando considerablemente la posibilidad de que esto suceda.
Coincido
con Héctor Riveros al referirse a “¿Por qué es tan importante Arias?”; quizá porque como él mismo ha señalado, entre los intereses y proyecciones políticas del uribismo está
llevar a Arias a cargos presidenciales, o porque lo que verdaderamente representa es la oportunidad para reacomodar jurídicamente diferentes procesos que traen consigo beneficios políticos, o por otro lado, tal vez porque es el personaje que
en ultimas puede comprometer al uribismo judicialmente (en el muy remoto caso que aceptara en tal situación, unas hipotéticas garantías por colaboración con la justicia), o finalmente, en
realidad por alguna razón, Arias es inocente.
En
cualquier caso, veremos próximamente un posicionado cinismo escabroso, populista,
medios de comunicación y “periodistas” sin vocación, con traje de
legalidad, en todo su esplendor.
En el tema de la doble
instancia, en ultimas, en un absurdo pero posible panorama, terminaremos
teniendo que desarrollar en una especie de “acuerdos de segunda instancia”, que
se pacten con el fin de dar garantías de un “proceso transparente”, esto último sarcásticamente, pero en verdad, sin hacer referencia por ahora al enorme retroceso judicial que representa dicha ley en este momento y más, de ser aplicada bajo las condiciones actuales.